Ofrenda Floral en Perú conmemorando el 190 Aniversario del Congreso Anfictiónico de Panamá 1826

La Embajada de Panamá participó de una Ofrenda Floral, junto al Congreso de la República del Perú, la Embajada de la República Bolivariana de Venezuela y la Sociedad Bolivariana del Perú en la Conmemoración de los 190 años de la convocatoria al Congreso Anfictiónico de Panamá por El Libertador Simón Bolívar en 1826. 

El evento se llevó a cabo en el distrito de Pueblo Libre en la Ciudad de Lima, contó con la presencia de importantes Conferencístas: como el Congresista Manuel Dammert Ego Aguirre,Jorge Pittí, Encargado de Negcios a.i de de la Embajada de la República Bolivariana de Venezuela, el Dr. Teodoro Hampe Martínez, Moderador: Eduardo Arroyo, y Nicole Wolcovinsky, Embajadora de la República de Panamá en Perú.

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PALABRAS DE LA SRA. EMBAJADORA NICOLE WOLCOVINSKY DURANTE EL ACTO CONMEMORATIVO A LOS 190 AÑOS DEL CONGRESO ANFICTIONICO DE PANAMÁ

6 de diciembre de 2014

Distrito de Pueblo Libre, Ciudad de Lima

¡ Pero así está Bolívar en el cielo de América , vigilante y ceñudo, sentado aún en la roca de crear, con el inca al lado y el haz de banderas a los pies ; así está él, calzadas aún las botas de campaña, porque lo que él no dejó hecho, sin hacer está hasta hoy; porque Bolívar tiene que hacer en América Todavía,   José Martí.

Buenos días

Es muy grato para mí en esta celebre actividad conmemorativa a los 190 aniversario del Congreso Anfictiónico de Panamá darles  un breve recorrido de lo que representó este llamado de unidad panamericana,  su legado y su gran  significado  para la posteridad.

El hecho histórico que marca la intención  de la Unión confederativa se  expresa literalmente en la Carta de Jamaica, texto escrito por Simón Bolívar un  6 de septiembre de 1815 y que al epitafio consideraba a nuestro istmo como territorio Conclave para las nuevas repúblicas hispanoamericanas.

Cito:

“Es una idea grandiosa pretender formar de todo el Mundo Nuevo una sola nación con un solo vínculo que ligue sus partes entre sí y con el todo. Ya que tiene un origen, una lengua, unas costumbres y una religión, debería, por consiguiente, tener un solo gobierno que confederase los diferentes estados que hayan de formarse; […] ¡Qué bello sería que el Istmo de Panamá fuese para nosotros lo que el de Corinto para los griegos! Ojalá que algún día tengamos la fortuna de instalar allí un augusto congreso de los representantes de las repúblicas, reinos e imperios a tratar y discutir sobre los altos intereses de la paz y de la guerra, con las naciones de las otras partes del mundo. Esta especie de corporación podrá tener lugar en alguna época dichosa de nuestra regeneración…”

Hoy, Panamá reitera su concepción bolivariana de que concertemos juntos la unidad y  establezcamos un solo ideal para el progreso, en el marco del respeto, la ley y la justicia.

Nuestro suelo istmeño siempre ha mostrado  la empatía con las naciones amigas en  búsqueda de la unidad y la generosidad, por esa relación cultural  histórica debido al  paso y trasiego de mercaderías desde y hacia Europa y en su población  una idiosincrasia que siempre nos ha  identificado y nos hermana rápidamente, plasmado en nuestro Escudo Patrio “PROMUNDI  y BENEFICIO” que hace honor a su herencia de sitio de tránsito, lugar de hospitalidad, refugio frente a las tormentas, hogar para todas las razas y credos, centro de intercambio y comercio, y sobre todo a su tradición de país pacífico y negociador que, no obstante su extensión geográfica y las descalificaciones que a algunos hacen sentir bien, está avanzando hacia el futuro con orgullo.

Como lo dijo el Libertador en su carta por estar en el centro del Globo, viendo por una parte el Asía, y por la otra, el África y la Europa.

Panamá recorrió los caminos hacia la libertad de la mano de Simón
Bolívar quien, al igual que el General José de San Martín, cada uno en las áreas de la geografía latinoamericana en las que ejercieron su acción, defendieron los ideales libertarios que los hermanó en las luchas por la independencia.

Tras nuestra independencia de España en el año 1821 e influenciada por el espíritu bolivariano, Panamá se une voluntariamente a la Gran Colombia formada por Venezuela, Ecuador y la Nueva Granada, y
pasa a constituirse por Decreto Ejecutivo de ese país, en el
Departamento del Istmo. Esta adhesión queda plasmada en el artículo segundo de la
Declaración de Independencia que establece: “Que el territorio de
las provincias del Istmo pertenece al Estado Republicano de la
Gran Colombia, a cuyo Congreso irán a representarlas sus
Diputados”.

Desde la unidad bolivariana, nuestro país fielmente procuró  coadyuvar con ese gran proyecto de  la Gran Colombia, y a su desmembramiento, continuadamente respondió al llamado de unidad hasta la formación de la hoy República de Colombia.

Desde el Istmo de Panamá, que independizado de España el 28 de noviembre de 1821 se había unido voluntariamente a la Gran Colombia formada como dije antes  por Nueva Granada, Venezuela y Ecuador, partió el 1 de noviembre de 1823 el “Batallón del Istmo”, conformado por unos 1,600 hombres bajo las órdenes del Coronel Burdett O’Connor, y destacados tenientes y generales panameños como José Antonio Miró,  Thomas Herrera, Bernardo Vallarino, entre otros, con destino al Perú para incorporarse al resto del ejército que luchaba por la independencia de América del Sur.

Este batallón creado por Bolívar participó con honores en la Batalla de Junín, en Matará y en la batalla de Ayacucho que habría de poner fin a la dominación española en el Continente.

Panamá, siendo un territorio pequeño y con una población escasa,
desempeñó un rol destacado y experimentó cierta autonomía desde la época de la colonia. El aporte de los Militares panameños en estas Batallas y de  otros tantos istmeños  que luego continuaron coadyuvando en los campos del comercio, el derecho, la literatura,  la educación e instrucción durante nuestra continuada unión a Colombia,  también marcaron grandes hitos y es fiel muestra de lo que Panamá representó durante esa época.

En ese contexto Bolívar escoge a nuestro istmo  para la Asamblea Plenipotenciaria en 1824 resaltando la estratégica función de Panamá.

Por ello,  no podemos en una fecha tan célebre dejar de resaltar la magnificencia del legado del Libertador y del por qué  instituyó en nuestro suelo istmeño  el Congreso Anfictiónico y su plataforma confederativa tras la suscripción de los tratados bilaterales de Unión, Liga y Confederación.

• Hace ya 190 años en que Bolívar escoge a Panamá como augusto destino
• Hace ya 190  años en que el Convento de San Francisco en Panamá  fue destinado para instalar las sesiones del Congreso Anfictiónico. Hoy con alto honor  sede de nuestro Ministerio de Relaciones Exteriores,  bien denominado:  “El Palacio Bolívar”, en honor al Libertador.

Si bien hubo varios intentos de convocar a las naciones del continente, fue el Congreso Anfictiónico de Panamá el que marca el principio de la Unidad de toda la América Hispánica.

Fue un  7 de diciembre de 1824, dos días antes de la Batalla de Aycucho, cuando el Libertador Simón Bolívar cita al  Congreso Anfictiónico apelando las provisiones contenidas en los tratados bilaterales, piedra angular del Congreso y desde Lima convoca a los gobiernos de Colombia, México, Centroamérica, Provincias Unidas de Río de La Plata y Chile a la celebración del Congreso de PANAMÁ .

Cito el extracto inicial de su carta…

“Después de quince años de sacrificios por obtener el sistema de garantías que, en paz y en guerra , sea el escudo de nuestro nuevo destino, es tiempo ya de que los intereses y las relaciones que unen entre sí a las repúblicas americanas, antes colonias españolas, tengan una base fundamental que eternice, si es posible, la duración de estos gobiernos. Entablar aquel sistema y consolidar el poder de este gran cuerpo político pertenece al ejercicio de una autoridad sublime, que dirija la política de nuestros gobiernos cuyo flujo mantenga la unidad de nuestros principios”….cierro cita.

El congreso de Panamá evitó cuidadosamente las cuestiones de política constitucional respetando la autonomía e independencia de los pueblos, siempre enfocado a la gran tarea de confederar a las repúblicas hispanoamericanas.

Al tiempo de solicitar el nombramiento de los ministros plenipotenciarios, Bolívar recuerda a sus interlocutores el compromiso de crear un organismo que sirviera de Consejo en los grandes conflictos , de punto de contacto en los peligros comunes, de fiel intérprete en los tratados públicos cuando ocurran dificultades , y de conciliador , en fin de nuestras diferencias, con ello  el congreso convertiría a la Hispanoamérica en un actor internacional capaz de proteger los intereses de sus pequeños Estados, apuntalar su capacidad estratégica para la conclusión de las hostilidades con España y salvaguardar el régimen republicano , presente  de manera uniforme en toda la América.

En Junio de 1825 desembarcan en la bahía de Panamá los ministros plenipotenciarios del Perú José María de Pando y Manuel Vidaurre y el Secretario de la legación nombrado por el mismo Libertador  José Agustín Arango.

• El 11 de diciembre arriban Pedro Gual y Briseño Méndez los delegados de Colombia.
• El 18 de marzo de 1826 desembarcan en el istmo los centroamericanos Pedro Molina y Antonio Larrazabal.
• En marzo de ese mismo año el remplazo peruano Manuel Pérez de Tudela del ministro de relaciones exteriores del Perú Jose Maria de Pando.
• El 4 de junio desembarcan los mexicanos José Mariano Michelena y José Domínguez Manso y ello completa el quórum exigido como condición para instalar la augusta asamblea.

Las conferencias se celebran entre el 22 de junio y el 15 de julio en la sala capitular del convento de San Francisco.

Los Embajadores tan sólo acordaron con relativa facilidad la creación de una liga de repúblicas americanas con jefes militares comunes, la formación de un pacto mutuo de defensa, y el establecimiento de una asamblea parlamentaria supranacional, aunque sin acordar detalles específicos sobre el funcionamiento de ésta, ni sobre la organización de las tropas comunes de defensa y menos aún sobre su financiamiento. Con muchas limitaciones se elaboró al fin el “Tratado magnífico titulado de la Unión, de la Liga, y de la Confederación perpetua” que emergió del Congreso y que fue aprobado por todos los concurrentes,

El propio “Tratado magnífico de Unión, Liga, y Confederación” omitía cuestiones que el proyecto de Simón Bolívar consideraba fundamentales, como la integración comercial y el cese de los pleitos territoriales, mientras que la alianza militar defensiva no ponía fin a la efectiva separación de fuerzas entre los países hispanoamericanos. La discordia entre las delegaciones había impedido llegar a acuerdos decisivos en muchos temas proyectados, como aranceles y normas comunes de derecho internacional restando fuerza a las decisiones del Congreso.

Aunque para el Libertador El Congreso no alcanzó los objetivos  La idea de la unión de los países latinoamericanos se mantuvo en suspenso pero latente. El congreso anfictiónico de Panamá fue la base creadora de la Unión Panamericana y luego la Organización de los Estados Americanos (OEA). También del actual Parlamento Latinoamericano con sede  hoy en Panamá, y la creación de una confederación o liga entre las naciones de  Suramérica que da origen a la conformación de la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur).

Resaltemos hoy con gran esplendor la idea bolivariana con el Congreso Anfictiónico de Panamá y continuemos juntos por las sendas de la unidad,  ese siempre será el compromiso de la República de Panamá con nuestra América, ofrecer su territorio para tan anhelada tarea.

 Parece que si el mundo hubiese de elegir su capital, el Istmo de Panamá, sería señalado para este augusto destino…..

SIMON BOLIVAR.

Muchas gracias…..